En este momento las personas que están tomando la decisión de emigrar lo están haciendo por la incertidumbre por su futuro, así lo asegura el orador y coach motivacional Gustavo Henao, quien afirma que debido a la desesperanza y a la desilusión, Venezuela tiene una fuga de talentos jóvenes que se preocupan por su futuro.
“En la mente del venezolano hay un panorama de desesperanza y en una plataforma emocional de desesperanza comenzamos a tomar decisiones que muchas veces no son las más adecuadas, es decir, emigrar es una opción, pero no es la única opción“, afirma Henao.
¿Se trata de un problema de autoestima? No. Henao destaca que en el momento en que se toma la decisión de emigrar, más que un problema de autoestima se trata del juicio que tiene cada persona sobre su país. “Obviamente eso influye en lo que pienso como joven y ser humano sobre lo que puedo alcanzar, pero hay que poner en una balanza lo que queremos alcanzar”, apunta el orador.
El coach motivacional Gustavo Henao asegura que en Venezuela hay una fuga de talentos jóvenes.
“A veces nos gusta sufrir las crisis en lugar de resolverlas, más que creer en un mejor país, hay que empezar por crear un mejor país. Hay gente que considera que aquí no puede hacer nada y toma la decisión de irse pero hay otros que piensan que si pueden hacerlo (…) La opción que debe predominar es la de empezar a trabajar por nuestro país“.
La crisis fortalece. “En momentos de crisis, en momentos de dificultad es cuando nosotros debemos elevar nuestros estándares de creencias, de saber que sí podemos hacer las cosas, al contrario de lo que muchos piensas de que es un momento de sacar una badea de retirada, es un momento de levantarnos y pensar qué puedo hacer yo por mi país”, destacó Henao.
La promesa de regresar. Hay quienes se van para no volver pero hay otros que se van con la esperanza de regresar, pero para el coach motivacional esa promesa se torna un poco utópica algunas veces cuando se comienza a crear raíces en un lugar. “El mismo temor de comenzar de cero te va a dejar en una tierra que no es la tuya. La decisión no debería estar fundamentada en una promesa sino más bien en ver realmente si vale la pena si vale la pena en dejar la tierra, luchar, y o dejar una herencia a tus hijos.
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